Por qué un consultor para potenciar tu marca personal
- BeTwo Partner Estratégico
- 11 sept
- 2 Min. de lectura

La palabra “consultor” es fome. MUY. Como alguien con Excel abierto, cara seria y cero emojis en WhatsApp. Pero cuando hablamos de marca personal, un consultor no es el tipo que te dice qué corbata ponerte en la foto de LinkedIn. Es, más bien, quien te ayuda a dejar de parecer un personaje secundario en tu propia película. Ser un Clint Eastwood (hace poco vi de nuevo Río Místico. Wow. Vela ahora).
Porque seamos honestos: todos creemos que somos especiales. El problema es que nadie más lo nota. Y ahí está el punto. Una marca personal potente no se construye solo con diplomas colgados o posteos random sobre liderazgo. Se construye con estrategia, narrativa y, sobre todo, consistencia.
Un consultor senior es ese director técnico que no entra a la cancha, pero te ordena la pizarra. El que te dice “compadre, esa jugada repetida de motivación barata ya no funciona, mejor muévete a este espacio donde realmente vas a brillar”.
¿Ejemplos? De sobra. Piensa en cómo algunos líderes pasan de ser unos completos desconocidos a referentes en medios, podcasts y columnas de opinión. Eso no es casualidad, es diseño. Y no, no lo hizo el primo que “cacha de redes sociales”. Lo hace alguien con experiencia en estrategia, comunicación y marketing.
¿Sirve para todos? No. Si quieres quedarte en el molde, mejor sigue posteando frases de autoayuda en Arial 12. Pero si de verdad quieres que tu nombre suene, que tu historia conecte y que tu trabajo se asocie a valor, entonces un consultor es la diferencia entre ser un jugador más… o ser el que levanta la copa.
Potenciar tu marca personal no es un lujo, es una inversión en liderazgo. Y sí, duele admitirlo, pero hasta Messi necesitó un Guardiola.
